La grandeza de Dios y la dignidad del hombre (Salmo 8)
Publicada: 2 de octubre, 2017
- Del maestro de coro. Con la cítara de Gat. Salmo de David.
- ¡Señor, nuestro Dios, qué admirable es tu Nombre en toda la tierra! Quiero adorar tu majestad sobre el cielo:
- con la alabanza de los niños y de los más pequeños, erigiste una fortaleza contra tus adversarios para reprimir al enemigo y al rebelde.
- Al ver el cielo, obra de tus manos, la luna y la estrellas que has creado:
- ¿qué es el hombre para que pienses en él, el ser humano para que lo cuides?
- Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y esplendor;
- le diste dominio sobre la obra de tus manos, todo lo pusiste bajo sus pies:
- todos los rebaños y ganados, y hasta los animales salvajes;
- las aves del cielo, los peces del mar y cuanto surca los senderos de las aguas.
- ¡Señor, nuestro Dios, qué admirable es tu Nombre en toda la tierra!