Mensaje, 12 de Agosto 2010
Publicada: 12 de agosto, 2010
Me dice la Santísima Virgen
Hijos míos; benditos y amados hijos Míos. Vengo a liberaros; vengo a consolaros; vengo a daros fuerza, a cada uno de vosotros; para que sigáis en éste camino.
Vengo a daros las armas, para que enfrentéis todas las situaciones de vuestra vida. Gracias a vosotros pequeños hijitos Míos, por responder a Mi Llamado.
… Y quiero que con atención, las escribáis. ¡Quiero con atención! Que estéis dispuestos, que estéis dis- puestos a recibir Mis Palabras en vuestro corazón.
¡Estad atentos, todos los días de vuestras vidas! ¡Poned un centinela en vuestro corazón! El centinela es la oración. Poned un centinela en vuestro espíritu.
¡Cada día de vuestras vidas!
Mis Mensajes; Mis Palabras, son para corregir a los hijos. ¡Para enseñar a los hijos! ¡Para mostrar a los hijos, el verdadero comino!
En muchas partes del mundo, Mis Palabras han caído como en un desierto. ¡Han sido sembradas, como en un cementerio! Y quiero que aquí, en ésta Bendita Nación, Mis Palabras crezcan. ¡Depende mucho de vosotros! De vosotros hijitos Míos, que éstas, Mis
Palabras sean conocidas por todos los hijos.
¡Depende hijitos Míos, de vuestra actitud! ¡De vuestro SI ! ¡De vuestra responsabilidad, en el lugar en que estáis!
¡Os hablo, con amor para enseñaros! ¡Os hablo; para mostraros, todos los días el auténtico camino!
¡Os doy Mis Palabras, que os reconfortan; que os dan las fuerzas, para seguir avanzando, en medio de las pruebas y de los dolores!Tantos físicos, como espirituales.
Afrontad cada día, con valor, con entrega; ¡Y ofreceros al Señor! De corazón. Dios os dará las fuerzas, para el momento oportuno; ante la situación angus- tiosa, Dios os dará las fuerzas, para soportar y para superar la prueba.
¡Confiad en la Madre! ¡Pedid a ésta Madre! ¡Suplicad a ésta Madre! Porque estoy atenta a responderos.
¡Siempre! ¡Siempre! ¡Siempre!.
Meditad. Meditad. Meditad Mis Palabras.
Me dice Jesús
Hermanos Míos; benditos y amados hermanos Míos. ¡Gozad de Mi Presencia! ¡Gozad de Mis Pala- bras! ¡Disfrutad a cada instante de Mi Presencia con vosotros! ¡No perdáis esta oportunidad! ¡No miréis el mundo! Sino mirad, ¡Mi propio Corazón que os ama! ¡Mirad éste Corazón! ¡Que os ama a vosotros! ¡Que os ha elegido a vosotros! ¡Que os ha buscado a vosotros! ¡Mirad Mi Corazón! Que incesantemente derrama en vosotros, bendiciones.
¡Mirad éste Corazón, Sacratísimo, que derrama, en vuestras almas, las GRACIAS necesarias, para vuestro estado de vida!
Creed profundamente, en ésta Real Presencia, con vosotros. ¡Que el mundo conozca, HOY! Y AQUÍ, Mi Presencia. ¡Que el mundo conozca, y escuche Mis Palabras, y se convierta y se salve.
Vosotros sois ¡Mis obreros! ¡Estáis en Mi Viña! Y debéis trabajar; para que esta viña produzca, muchos frutos; frutos dulces; frutos jugosos; frutos en abundancia.
¡Jamás dejéis! Que la sequedad, de la tierra, apague en el corazón; la llama que cada uno de vosotros, tiene encendida. ¡La llama de Mi Amor! ¡La llama de Mi Presencia!
¡La Llama! ¡La Llama profunda, de Mi Divina Misericordia!
¡Confiad en Mí! Y os abrazo a todos, en forma especial. Y pongo Mis Manos, en vuestros corazones, en vuestras mentes! Para daros la fuerza, para daros el valor, de enfrentar, todas las situaciones de vuestra vida.
¡Os abrazo! En Mi Sacratísimo Corazón. ¡Os cubro con Mi Preciosísima Sangre! Porque deseo ¡corazones valientes! Almas, justas y puras. ¡Almas Consagradas, totalmente a Mí! ¡Almas que rechacen la vanidad! Y crezcan en la humildad! ¡Porque deseo
almas, generosas! ¡Generosas de espíritu! ¡Generosas materialmente! ¡Con todos los hombres del mundo! ¡Dad, sin mirar a quién! ¡Dad! ¡Todo el corazón y vuestro espíritu! A vuestros hermanos .¡No cerréis vuestro corazón! A los que sufren, a los que lloran, a los desesperados! ¡No cerréis las puertas de vuestro corazón! Y mirad, todo lo que habéis recibido de Mis Manos, gratuitamente. Y os lo he entregado a cada uno de vosotros; en forma especial.
¡No cerréis el corazón! Y llorad con el que llora!
¡Reíd con el que ríe! ¡Consolad, al que está oprimido!
¡Consolad a las almas! ¡Consolad a todos los corazones! Porque debéis dar el fruto, que desea Mi Sacratísimo Corazón!
¡Debéis dar el fruto! Para que el mundo reconozca ¡Que vosotros estáis conmigo! ¡Debéis dar el fruto!
Para que la Santa Iglesia, ¡Toda la Santa Iglesia!
Reconozca que vosotros sois. ¡Mis pequeños apóstoles! En el mundo entero.
¡Consolad! ¡Ayudad! ¡Socorred! ¡A todas las almas por igual!
¡No dividáis! ¡No separéis! ¡No desunáis! ¡Os amo a todos! Porque sois Mis ovejas. Porque os busqué por vuestros nombres; porque corrí a vuestro encuentro, ¡Cuando estabais al borde del abismo! Porque, corrí, con Mis Pies Llagados, a vuestro encuentro; ¡Para sacaros del foso infernal! ¡Para sacaros del abismo! Y para poneros, nuevamente en la luz. En la luz de Mi Sacratísimo Corazón.
¡Os amo! ¡Pequeñas ovejas Míos! ¡Os amo a todos!
¡Creed en éste amor! Y reconfortad vuestras vidas con Mi Amor. ¡Mi Amor Profundísimo! ¡El Amor de la Trinidad! ¡Consolad! ¡Consolad! ¡Consolad a las almas! ¡Todas las almas por igual!
¡Recordad! ¡Recordad! Que debéis llevar las canastas llenas, cuando lleguéis al cielo. ¡Recordad! Y aprovechad éste tiempo, ¡Para sembrar! ¡Para sembrar! Porque luego vendrá la cosecha.
¡Os amo! ¡Os amo! ¡Os amo a todos! ¡Mis pequeñas ovejas!
Meditad. Meditad. Meditad Mis Palabras.
Os bendigo, en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu santo. Amén.