II Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia

La fiesta de la Divina Misericordia se celebra el domingo siguiente a la Pascua de Resurrección. Este “segundo domingo de pascua” tiene como finalidad hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje:
«Dios es misericordioso y nos ama a todos … y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a mi misericordia»
ACERCA DE ESTA CELEBRACIÓN
La devoción de la Divina Misericordia recibió un gran impulso en el pontificado de Juan Pablo II. El Papa proclamó la “Fiesta de la Divina Misericordia” el 30 de abril de 2000, que se celebraría todos los años el primer domingo después de Pascua. Este año la fecha de esta fiesta es el domingo 19 de abril de 2020.
Esta fiesta fue impulsada por la religiosa polaca Santa Faustina Kowalska. El 22 de febrero de 1931 tuvo una visión de Jesús, quien le encomendó tres cosas:
- Predicar la Misericordia de Dios.
- Elaborar nuevas formas de devoción.
- Iniciar un movimiento que renovara la vida de los cristianos en el espíritu de confianza y misericordia.
La Santa Sede decreta día de la Divina Misericordia. Una propuesta de Santa Faustina Kowalska La Congregación para el Culto.
Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó el 23 de mayo del 2000 un decreto en el que se establece, por indicación de Juan Pablo II, la fiesta de la Divina Misericordia, que tendrá lugar el segundo domingo de Pascua. La denominación oficial de este día litúrgico será «segundo domingo de Pascua o de la Divina Misericordia». Ya el Papa lo había anunciado durante la canonización de Sor Faustina Kowalska, el 30 de abril: «En todo el mundo, el segundo domingo de Pascua recibirá el nombre de domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia divina, las dificultades y las pruebas que esperan al género humano en los años venideros». Sin embargo, el Papa no había escrito estas palabras, de modo que no aparecieron en la transcripción oficial de sus discursos de esa canonización. Santa Faustina, que es conocida como la mensajera de la Divina Misericordia, recibió revelaciones místicas en las que Jesús le mostró su corazón, fuente de misericordia y le expresó su deseo de que se estableciera esta fiesta. El Papa le dedicó una de sus encíclicas a la Divina Misericordia («Dives in misericordia»). Los apóstoles de la Divina Misericordia están integrados por sacerdotes, religiosos y laicos, unidos por el compromiso de vivir la misericordia en la relación con los hermanos, hacer conocer el misterio de la divina misericordia, e invocar la misericordia de Dios hacia los pecadores. Esta familia espiritual, aprobada en 1996, por la archidiócesis de Cracovia, está presente hoy en 29 países del mundo. El decreto vaticano aclara que la liturgia del segundo domingo de Pascua y las lecturas del breviario seguirán siendo las que ya contemplaba el misal y el rito romano
Jueves Santos – Misa Vespertina de la Cena del Señor
Esta fecha se corresponde con el jueves anterior al Domingo de Resurrección (o Domingo de Pascua). Es además uno de los días más importantes de la Semana Santa ya que se recuerda la última cena de Jesús, la institución de la Eucaristía y el Orden Sacerdotal. Durante esta jornada se realizan numerosas manifestaciones religiosas, en las que destacan las procesiones.
El Jueves Santo es todavía tiempo de Cuaresma, que durante todo el día y hasta las tres de la tarde. A partir de ahí se da comienzo al Triduo Pascual, que durará hasta el Domingo.
El Domingo de Pentecostés
En esta fecha se celebra el descenso del Espíritu Santo y el inicio de la actividad de la Iglesia, por ello también se le conoce como la “celebración del Espíritu Santo”. Es un día variable en el calendario, en fecha diferente cada año. Porque la solemnidad de Pentecostés tiene lugar 7 semanas después del Domingo de Pascua.
NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE PATRONA DE NUESTRA ARQUIDIÓSECIS
En 1899, el papa León XIII proclamó a la Virgen de Guadalupe, Patrona y Titular de la Diócesis de Santa Fe. El 14 de octubre de 1900 se realiza la primera procesión oficial por iniciativa de monseñor Boneo, primer obispo de la diócesis. Cabe mencionar que esta es la primera peregrinación oficial, pero existen datos que hablan de procesiones anteriores, populares y espontáneas.
La imagen recibio la coronación pontificia el domingo 22 de abril de 1928, en una celebración que empezó con una peregrinación a las 6:00 AM, encabezada por el Centro de la Juventud Católica de la parroquia San José y el Regimiento 12 de Infantería con su banda, hacía el santuario de las hermanas adoratrices en Boulevard Gálvez. Allí se reunieron todos los peregrinos, inclusive unos 800 que venían directo de Parana. Siendo las 11:30 AM, ofició el solemne pontifical el nuncio apostólico Felipe Cortesi, arzobispo de Sirace, siendo coronada la imagen de la Virgen.
Luego, la imagen volvería en peregrinación hacía Guadalupe, donde hubo festejos hasta la noche. En Santa Fe se empezó a realizar una peregrinación en honor a la Virgen desde la mitad del siglo XIX, haciendo el festejo principal 15 días después de Pascua, coincidiendo con el segundo domingo. Las causas de la imposición de esta fecha, en vez de la tradicional 12 de diciembre, fueron, por un lado, que en diciembre estaba la cosecha del trigo, limitando la participación popular; y, por el otro, facilitar el cumplimiento del precepto católico de confesar y comulgar al menos una vez al año para el tiempo pascual, que son 50 días después de Pascua.
Para ese día, se ofrecen misas continuadas, y vienen muchos peregrinos de otras ciudades a ver a la Virgen. Es común que los habitantes de la ciudad vayan caminando a la basílica. Se hacen largas colas que salen de la basílica para poder subir las escaleras en dirección al camarín, donde queda expuesta la primera imagen de la Virgen, al cuidado de los bomberos. Este festejo dura dos días, sábado y domingo. Además, en los últimos minutos de cada misa dan vuelta la imagen para que pueda ser vista por todos los fieles católicos.
La Semana Santa
Es la semana más intensa del Año Litúrgico, en la cual se reza y reflexiona sobre la Pasión y Muerte de Cristo.
Explicación de la celebración
La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año. Sin embargo, para muchos católicos se ha convertido sólo en una ocasión de descanso y diversión. Se olvidan de lo esencial: esta semana la debemos dedicar a la oración y la reflexión en los misterios de la Pasión y Muerte de Jesús para aprovechar todas las gracias que esto nos trae.
Para vivir la Semana Santa, debemos darle a Dios el primer lugar y participar en toda la riqueza de las celebraciones propias de este tiempo litúrgico.
A la Semana Santa se le llamaba en un principio “La Gran Semana”. Ahora se le llama Semana Santa o Semana Mayor y a sus días se les dice días santos. Esta semana comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Pascua.
Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestros pecados. Asistir al Sacramento de la Penitencia en estos días para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua.
Lo importante de este tiempo no es el recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué murió y resucitó. Es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección, que es primicia de la nuestra.
La Semana Santa fue la última semana de Cristo en la tierra. Su Resurrección nos recuerda que los hombres fuimos creados para vivir eternamente junto a Dios.
Miércoles Santo
Marca el final de la Cuaresma y el comienzo de la Pascua, dando paso a los días de los principales cultos de Jueves y Viernes Santo.
Cristo les dice: «Sabéis que de aquí a dos días será la Pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado»(Mt).
El miércoles santo Jesús no acudió al Templo. Permaneció en Betania en una vigilia de oración. Todo lo que había de decir, lo ha dicho. La revelación de su identidad es clara. La denuncia del pecado también. Las posiciones de los importantes también están definidas. Por la tarde tiene lugar la “Misa Crismal” en la que, presidida por el Obispo, se consagra el “Santo Crisma” y se bendicen los demás óleos. Unos óleos que serán empleados en la administración de los principales sacramentos. Es una fiesta anual en la que los Sacerdotes son invitados a renovar, ante el Obispo, las promesas hechas en su Ordenación Sacerdotal.
La Cuaresma del año 2020
La Cuaresma del año 2020 tiene lugar del 26 de Febrero al 9 de Abril.
La Cuaresma tiene cinco domingos más el Domingo de Ramos, en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el
perdón, son dominantes. La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo
de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que
debemos vivir como hijos de Dios.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión
espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios. Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.
Miércoles de Ceniza
Lo que debes saber sobre el Miércoles de Ceniza
La fecha del Miércoles de Ceniza es el 26 de febrero de 2020. Para los católicos es un día de ayuno, abstinencia, oración y confesión. En las iglesias durante la misa se realiza la tradicional imposición de ceniza a los fieles. Marca el inicio a la “Cuaresma” (40 días de preparación para la Pascua), que comienza el Miércoles de Ceniza y termina en la tarde del Jueves Santo.
Las cenizas se elaboran a partir de la quema de ramas de olivo del Domingo de Ramos del año anterior, siendo luego bendecidas. Al término de la homilía las cenizas son colocadas sobre la frente de los fieles, haciendo la señal de la cruz. Mientras se recibe la bendición de la ceniza el sacerdote pronuncia las palabras «recuerda que polvo eres y en polvo te has de convertir», en referencia a la fragilidad y mortalidad de las personas. La ceniza representa también la destrucción de los errores del año anterior, al ser éstos quemados.
Ayuno y abstinencia
El ayuno es el mayor sacrificio de este día, consiste en hacer una sola comida “fuerte” al día. Es algo que se realiza durante el Miércoles de Ceniza y también el Viernes Santo.
La abstinencia es otra antigua costumbre de los cristianos, que consiste en la prohibición de comer carne. Se debe cumplir el Miércoles de Ceniza, todos los viernes de Cuaresma y también el Viernes Santo.